Banana Fish: El chico que quería morir

En 2018, el director Hiroko Utsumi se puso al hombro animar una de las series de shoujo más discutidas que haya visto. Sea por la decisión de su autora de incluirla en ese género, sea por la relación de sus protagonistas o por la influencia que tuvo para los proyectos venideros. Era 1985 y una joven de 29 años, llamada Akimi Yoshida, decidió que quería embarcarse en una historia que no se pareciera a nada pero tomara de referencia todo, al mismo tiempo. El éxito fue tal, que la serialización duró hasta 1994 en lo que después sería una recopilación de 19 tomos (o 10, dependiendo la editorial).

Pero, de lo que yo quiero hablar en particular, son algunas de las dudas que generó su final respecto al protagonista, Ash Lynx, y la sútil pero clara conexión con la obra de J.D. Salinger, A perfect day for the banana fish (Un día perfecto para el pez banana) de 1948.

Aclaración válida: Voy a estar hablando del anime, y el relato. No leí el manga original (aún).

Luego de recibir la carta de despedida de Eiji, y emocionarse al leerla, Ash Lynx sale corriendo para despedirlo en el aeropuerto al que se había negado a asistir. Sin embargo, a pocos pasos de su camino, recibe una puñalada de frente, de un antiguo enemigo al que mata en ese momento con su arma de fuego. Pero, en lugar de seguir camino hasta el hospital o pedir ayuda, Ash se mete en la biblioteca y se sienta esperando desangrarse, mientras lee la carta hasta quedar inconsciente. Ash decide morir.

En el relato, Seymour Glass y su esposa, Muriel, están de vacaciones. La madre de Muriel, le advierte que los exabruptos de Seymour pueden ponerse peores, de acuerdo con la opinión de un profesional psiquiátrico, pero Muriel hace caso omiso. Luego de pasar el día en la playa, y unos momentos de juego con una niña que lo conoce, Seymour llega a la habitación del hotel donde su mujer descansa, en camas separadas y, en la cama contigua, se dispara en la cabeza con el arma que guardaba en la valija. Seymour también decide morir.

La razón por la que ambos toman la decisión, es lo que vuelve a los relatos similares. Tanto Ash como Seymour, deciden terminar con su vida ante el encuentro de un ser que conserva una inocencia que ellos ya no poseen.

En el contexto del anime, Ash ha sido víctima del peor tipo de violencia: abuso y tráfico sexual infantil. Desde los 11 años, e incluso antes ya que se rebela que su primer asesinato fue un entrenador de su pueblo que lo abusaba reiteradamente, ha estado bajo las garras de Dino Golzine. Éste es un jefe mafioso, que morbosamente obliga a sus víctimas a llamarlo «Papá Dino» y que los saca de la calle a cambio de favores sexuales y formarlos como sicarios que agranden su ejército. Está particularmente obsesionado con Ash, un poco por su belleza y otro poco porque pretendía que sea su sucesor. Es decir, Ash, con tan sólo 17 años, ya ha visto su inocencia y felicidad arrebatada desde la infancia. Junto con cualquier otro vínculo que pudiera forjar fuera de las bandas, ya que su proxeneta se lo impedía. Ash rebela durante una charla con Eiji, que llegó a gustarle mucho una chica en su adolescencia pero, alguien se encargó de asesinarla luego de sospechar que era su novia. Por ende, a diestra y siniestra, el mundo de Ash ha estado dictado por asesinos y violadores. Otras cosas también le provocan quiebres mentales: el asesinato Skipp (un niño que era parte de la banda pero que Ash cuidaba como un hermano), el experimento en el cuerpo de Shorter (su mejor amigo, líder de otra banda) luego de que lo obligaran a asesinarlo para salvar a Eiji, sus días secuestrado en casa de Golzine, el asesinato de su hermano mayor, etc.

Es así que, en el mundo de Ash, Eiji representa la felicidad, ternura, inocencia y normalidad que a él le fueron negadas. Eiji lo cuida, se preocupa genuinamente por su bienestar, se arriesga para salvarlo y le presenta la posibilidad de una vida normal. Sin embargo, Ash siente que no hay vuelta atrás de todo aquello que ha vivido, que resultan ser cosas que lo acompañarán y lo seguirán a donde vaya, y decide que es mejor que Eiji continúe con su vida conservando aquellas cosas positivas que supo compartirle. Por eso, se deja morir aferrado a la carta y el recuerdo de Eiji. Es un final desgarrador para un personaje que sufre tanto en la historia, pero no es incoherente teniendo en cuenta la conexión con el texto de J.D.

Por otro lado, cabe destacar que el hermano de Ash, antes de ser asesinado, había vuelto de la Guerra de Irak (Vietnam, en el manga) como un soldado en estado de shock que luego de asesinar en un arrebato de locura a sus compañeros, sólo podía repetir las palabras «Banana Fish«. Más adelante, se rebela que eso es lo último que puede modular, porque se trata de una droga que lo puso en ese estado, prácticamente catatónico, y que lo suyo fue el primer experimento para obtener soldados que mataran sin distinción gracias al financiamiento del gobierno y los científicos de Golzine.

En el relato de Salinger, el veterano de guerra que vuelve con un estado mental en deterioro es el propio Seymour. Contextualizado luego de la Segunda Guerra Mundial, se rebela a través de su suegra que el veterano ha tenido exabruptos de violencia y comportamientos extraños para con su familia. Algo que su hija pretendía remediar con unas vacaciones que los alejaran de todo. Sin embargo, luego de que Seymour pasase tiempo con una niña llamaba Sybil, apreciando la inocencia de ésta, que le plantea una escena de celos por otra niña que se acercase a él mientras tocaba el piano en el hotel, ó lo llamase «Ver más vidrio» (See more glass) y le creyese la historia sobre los «peces banana» (Banana Fish), Seymour también contempla el abismo que lo separa de alguien como ella o su esposa. Envueltas en la inocencia y felicidad que otorga la ignorancia de los horrores de la guerra.

Incluso, al hablar de los famosos peces, el protagonista explica que estos se meten en cuevas donde se atiborran de Bananas al punto de no poder salir de las mismas, contrayendo además una enfermedad mortal a causa de las mismas. Historia que sirve también de espejo para lo que el propio veterano vive, encerrado en ese submundo donde lo vivido no le permite volver a la vida cotidiana que poseía antes, hasta que, finalmente, lo consume.

Creo que es interesante, además, señalar que el propio Salinger era un veterano de guerra, y llegó a afirmar que el personaje de Seymour (que aparecería en otros cuentos sobre la familia Glass) era él mismo.

Por ende, la elección de «Banana Fish» como título para la obra de Yoshida, tiene al menos dos significados que se conectan con el texto: la droga se usa para literalmente crear soldados, que luego quedan incapacitados para volver a tener una vida normal, y la dicotomía entre perder la inocencia y conservarla en un mundo lleno de horrores.

Es, francamente, excelente.

Y ahora ustedes, ¿han leído el manga? ¿Conocían el texto de Salinger y su conexión con el mismo? ¿Qué les pareció el final de ambas?

¡Los leo!

Fuentes: Wiki de la autora, Wiki de la serie, Anilist del manga, Anilist de la serie, Wiki del relato y Wiki del autor

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